En este documento trataremos el aborto espontáneo, y cuales son los alimentos y las costumbres que lo favorecen y cuáles lo dificultan.
Las estadísticas sorprenden, pues más de la mitad de las concepciones no terminan con el nacimiento de un ser vivo. Habitualmente los abortos espontáneos se presentan en las primeras semanas de gestación. Incluso sin que la mujer llegue a saber que está embarazada. Presentándose como menstruaciones abundantes y adelantadas.
El estado de salud de los progenitores influye en el número de abortos espontáneos. Así, se recomienda que los padres lleven una dieta sana, sin tabaco ni alcohol y con la práctica regular de ejercicio físico. Recomendaciones que se deben llevar a cabo al menos 3 meses antes de concebir.
Alcohol durante el embarazo aumenta las posibilidades de aborto espontáneo
Las mujeres embarazadas deben evitar el alcohol, especialmente en las primeras semanas de embarazo, cuando la división celular del feto es muy rápida. Cómo es posible que hasta el paso de un mes no nos enteremos de la concepción, es recomendable suprimir el alcohol desde el momento que se planee el embarazo.
Tabaco durante el embarazo aumenta la probabilidad de aborto espontáneo
Las mujeres embarazadas deben deben evitar el tabaco, porque aumenta la probabilidad de aborto y fomenta deficiencias en el peso del bebé. Pero si la adicción es fuerte, es mejor solamente reducir su consumo, ya que el estrés provocado por dejar de fumar, podría ser más perjudicial que seguir fumando.
La alimentación durante el embarazo
La calidad de la alimentación de la madre, más que la cantidad, durante los primeros meses de embarazo, puede disminuir o aumentar el riesgo de aborto. En las primeras etapas de desarrollo del embrión, este es tan pequeño, que sus necesidades energéticas son bajas. Por eso la abundancia de alimentos por parte de la madre no es necesaria, pero si es importante una dieta variada y de calidad, en la que no falten elementos esenciales.
Una dieta básica durante el embarazo debe incluir:
- Productos lácteos, que aportan calcio, proteínas y vitaminas
- Carbohidratos complejos, que encontramos en el pan integral y las verduras verdes, que nos aportan, energía, fibra y minerales como hierro y zinc….
- Carne, pescado, legumbres, huevos, nueces y otras semillas, que nos aportan, proteínas, hierro, zinc, ácidos grasos y vitaminas del grupo B….
- Frutas y verduras frescas nos proveerán de fibra, folatos y vitamina C…..
Los médicos recomiendan tomar complementos de ácido fólico desde 3 meses antes de la concepción. Y combinarlos con complementos de hierro, en las últimas semanas de embarazo. La deficiencia de ácido fólico, está relacionada con enfermedades del tubo neural, como la espina bífida, así como con un aumento de la probabilidad de sufrir un aborto.
Alimentos no aconsejados durante el embarazo
Hay algunos insospechados alimentos de riesgo, como el paté y los quesos blandos tipo brie o camembert. Estos podrían contener bacterias del tipo listeria monocytogenes, causante de una infección conocida como listeriosis. Esta bacteria puede provocar abortos y malformaciones en el feto.
Las mujeres embarazadas deben reducir el consumo de hígado y riñones. Porque aunque son ricos en el muy necesario hierro, contienen altas concentraciones de vitamina A. Tanta cantidad podría ser perjudicial para el feto.
También se recomienda aumentar los tiempos de cocción en el consumo de carnes y otros alimentos. Para acabar con posibles bacterias presentes.
Se recomienda también, reducir los alimentos que contienen cafeína.
Tampoco se recomienda los huevos crudos o poco cocinados. Pues podrían estar contaminados con salmonela.
No son recomendables los alimentos procesados ni los germinados.
Hay otros alimentos que no debes ingerir en grandes cantidades durante el embarazo:
Piña, semillas de perejil, semillas de sésamo, aloe vera, papaya verde, marisco crudo. Tampoco patatas con brotes, manzanas silvestres, apio, hinojo, nuez moscada…
La lista es muy larga, siempre debes seguir los consejos de tu médico.