Desde tiempos ancestrales el hombre ha buscado la curación de sus dolencias en el uso de aguas termales. Hay datos que atestiguan su uso por parte de iberos, romanos y griegos. De hecho, los romanos construyeron fuentes termales por todo su imperio.
Se supone que la primera aproximación del hombre a las aguas termales fue casual. Quizás atraído por colores, sabores y olores diferentes en el agua.
A día de hoy disponemos de instalaciones higiénicamente habilitadas y con personal cualificado. En ellas se combinan los métodos tradicionales, con los conocimientos de la medicina moderna.
Qué son las aguas termales
Se conocen como fuentes termales, a los manantiales de agua que afloran en la superficie provenientes de corrientes subterráneas.
Una característica importante es que están ionizadas negativamente. Y bien es sabida la capacidad de los iones negativos de calmar y relajar nuestro cuerpo.
Tipos de aguas termales
En función del manantial, pueden tener diferente temperatura y también diferentes composiciones químicas.
En cuanto a su composición se clasifican en ferruginosas, calcáreas, sulfurosas, gaseosas y silicosas.
Si atendemos a su procedencia se clasifican en magmáticas o telúricas. Las magmáticas suelen estar más mineralizadas y son mas calientes.
Usos propiedades y beneficios de las fuentes termales
Estas aguas se administran de muy diversas formas:
Como bebida, en baños o en inhalaciones. Cuando se usan en baños, pueden ser solas o mezcladas con otras sustancias (arcillas, barros… ). Para a continuación aplicarlas sobre el cuerpo.
Los baños en aguas termales calientes, elevan la temperatura de nuestro cuerpo. Lo que incrementa la presión hidrostática y la circulación sangrinea. Esto conlleva un aumento general del metabolismo corporal. Además, el incremento de temperatura puede acabar con algunas bacterias y virus.
Los tratamientos con aguas termales o balneoterapia, se suelen utilizar en casos de:
Reumatismo, artritis, enfermedades de la piel, neuralgias, cólicos, hipertensión y estrés entre otras afecciones.
Se suelen recomendar baños repetidos en periodos de 2 a 4 semanas para notar sus beneficios.
Además, debe consultar su uso con su médico en casos de:
Padecimientos cardiacos, enfermedades graves o si está embarazada.
Estoy entusiasmado de encontrar posts donde leer informacion tan practica como esta. Gracias por aportar este articulo.
Saludos
Gracias por comentar