Los antioxidantes son muy útiles para nuestro cuerpo. Como su propio nombre indica, previenen la oxidación de otras moléculas. Nos defienden de muchas infecciones, el cáncer y padecimientos cardíacos. Además de todo esto, los antioxidantes previenen el envejecimiento prematuro.
Tampoco debemos olvidar que también combaten muchos microorganismos y a los radicales libres.
El ser humano es capaz de producir sus propios antioxidantes. Pero es recomendable consumir alimentos que los contengan, para mejorar nuestras defensas.
Los radicales libres
Los radicales libres son en muchos casos, el producto del metabolismo de nuestro cuerpo. Tienen algunas propiedades positivas, pues nos ayudan a luchar contra algunas bacterias.
Pero los radicales libres, pueden facilitar la aparición de enfermedades cardíacas y algunos tipos de cáncer. Es por esto que la tendencia es luchar contra ellos.
La contaminación atmosférica, el tabaco o la luz ultravioleta son algunos de los factores que aumentan la creación de radicales libres.
Para luchar contra los radicales libres, debemos aumentar el consumo de alimentos ricos en antioxidantes. Sobre todo en el caso exposición a los factores que los causan. Ya que los antioxidantes que produce nuestro cuerpo, podrían ser insuficientes.
Tipos de antioxidantes
El consumo de antioxidantes en forma de complementos alimenticios es mejor evitarlo. Ya que una sobredosis podría ser peligrosa. Es mejor comer verduras, frutas u otros alimentos que los contengan de manera natural.
Los antioxidantes más conocidos son:
La vitamina E, que se encuentra en aceites vegetales, nueces, aguacates.
La vitamina C, presente en los cítricos entre otros productos.
Los betacarotenos (precursores de la vitamina A), presentes en muchas frutas y verduras. Especialmente las que poseen colores llamativos como el rojo y el amarillo.
Los bioflavonoides, que se encuentran en frutas y verduras.
Algunos minerales como:
El selenio, presente en las lentejas, carne, pescado y aguacates.
El zinc, que encontramos en las ostras, cacahuetes y semillas de girasol.
El cobre, presente en frutos secos, vísceras, semillas y mariscos.