La planta Glechoma hederacea es una especie silvestre perteneciente a la familia lamiaceae.
En castellano se la conoce comúnmente como: hiedra terrestre, malvela, malvela gallega, yedra terrestre, yerba terrestre, y zapatitos de la virgen.
En muchos países se utilizó antiguamente como verdura para ensaladas. Los colonos europeos la llevaron por todo el mundo, y se ha convertido en una planta introducida y naturalizada en una amplia variedad de entornos.
Es una planta rastrera que crece de forma espontánea en Europa, Asia y América del Norte. A día de hoy la forma silvestre es considerada una mala hierba. El extenso sistema de raíces de la planta hace que sea difícil de erradicar mediante métodos manuales. En cambio, la variedad Glechoma hederacea variegata es una planta ornamental muy decorativa.
Descripción de la planta Glechoma hederacea
La Malvela es una especie de tamaño variable, pues depende mucho de las condiciones ambientales, pudiendo alcanzar entre 5 y 50 cm de altura.
La Glechoma hederacea se caracteriza por sus hojas crenadas en forma de riñón o abanico, con bordes con dientes redondeados y su disposición opuesta. Sus diámetros oscilan entre los 2-4 cm, sobre peciolos de 3-6 cm de longitud unidos a tallos cuadrados que pueden enraizar en sus nudos.
Las flores de la Glechoma son bilateralmente simétricas, con forma de embudo, de colores entre el azul y el violeta. Suele florecer en la primavera, disponiéndose en racimos opuestos de dos o tres flores, en las axilas de las hojas de la parte superior de los tallos.
La hiedra terrestre prospera en zonas húmedas de sombra, aunque tolera perfectamente el sol. Es una planta habitual en praderas, zonas boscosas y baldías.
Forma densas matas que pueden ocupar zonas de césped, ya que sobrevive con facilidad a las siegas.
La hiedra terrestre se propaga por estolones o por semillas, por lo que es excepcionalmente difícil de erradicar. Siendo considerada una mala hierba invasora, en los climas adecuados donde no es nativa.
La glechoma se confunde a veces con la malva común, que también tiene hojas redondas y lobuladas, de ahí su nombre de malvela. Sin embargo, aparte de sus diferencias físicas, la hiedra terrestre emite un olor característico cuando se daña, ya que es un miembro de la familia de la menta.
Propagación y polinización de la Glechoma hederacea
La Glechoma hederecea posee flores femeninas y hermafroditas, dependiendo unas de otras para la polinización, aunque existe cierta discusión entre los biólogos sobre si las flores hermafroditas pueden polinizarse a sí mismas.
Produce flores entre abril y julio y las flores femeninas tienden a ser más pequeñas que las flores hermafroditas. Son visitadas por muchos tipos de insectos los cuales llevan a cabo el proceso de polinización.
Cada flor polinizada puede producir hasta cuatro semillas, que se dispersan porque el tallo se dobla y deposita las semillas maduras en el suelo adyacente a la planta madre, aunque las hormigas pueden llevar las semillas más lejos.
Las semillas germinan a los pocos días de entrar en contacto con la humedad del suelo, aunque pueden almacenarse en seco. Se cree que el almacenamiento en seco durante un periodo de hasta un mes, favorece la tasa de germinación.
La planta también puede reproducirse de forma clónica, gracias los tallos que se inclinan hacia la tierra y tocan el suelo, permitiendo que las raíces se adhieran a ella y que se expanda la mata.
Usos y propiedades de la Glechoma hederacea
La Glechoma destaca por sus usos ornamentales, medicinales y culinarios, veámonos más en detalle:
Usos ornamentales de la hiedra terrestre
Algunas personas consideran que la Glechoma es una atractiva planta de jardín, por esta razón se cultiva en macetas y ocasionalmente como cubierta vegetal del suelo.
Su cultivo es fácil, creciendo bien en lugares sombreados y húmedos. Destaca la comercialización del cultivar variegata, que en algunas zonas se ha asilvestrado convirtiéndose en la variedad dominante.
Esta especie se considera una planta invasora en algunos lugares, como en amplias zonas de los Estados Unidos, ya que ha invadido zonas silvestres, a veces ahogando a las especies rústicas nativas.
Propiedades culinarias de la hiedra terrestre.
Antes de la adicción del lúpulo a la cerveza en el siglo XV, la Glechoma hederacea fue ampliamente utilizada por los sajones e ingleses en la elaboración de esta bebida, con fines aromatizantes, clarificadores y conservantes.
La glechoma también se ha utilizado en el proceso de elaboración del queso como sustituto del cuajo animal.
En muchos países se utilizó antiguamente como verdura para ensaladas. Sin embargo, aunque el ser humano la ha usado como verdura para ensaladas y en hierbas medicinales durante miles de años, se cree que esta especie es tóxica para el ganado, sobre todo para los caballos, aunque se sabe que los jabalíes se alimentan de ella.
Algunos informes señalan que es tóxica para los roedores, mientras que en Gran Bretaña se ha observado que los topillos la utilizan como fuente de alimento.
Al igual que otros miembros de las lamiáceas, la Glechoma hederacea contiene aceites volátiles bioactivos, como los terpenoides y la pulegona, que son los responsables del olor y el sabor característicos de las plantas de la familia de la menta.
Su actividad en el ser humano crea cierta controversia y varía en función de muchos factores, como la concentración, la cantidad de ingesta y si la administración es interna o externa.
Las lamiáceas con concentraciones de aceite volátil muy elevadas, como el poleo europeo (Mentha pulegium), tienen usos tradicionales como desinfectantes, antipulgas y abortivos, y son hepatotóxicas para el ser humano, por lo que no es seguro ingerirlas ni siquiera en dosis bajas.
Otras lamiáceas, como la Mentha spicata, menta verde, se utilizan ampliamente y con seguridad en tés y aromatizantes por sus aceites volátiles.
La concentración de aceite volátil en la Glechoma hederacea es menos de 1/30 de la del poleo europeo, pero es importante resaltar que los efectos de la Glechoma en los seres humanos han sido poco estudiados.
Propiedades medicinales de la Glechoma
La Glechoma hederacea se utiliza en la medicina tradicional europea desde hace miles de años, razón por la cual se exportó y se cultivó ampliamente en jardines de hierbas y de cocina de medio mundo.
El médico griego Galeno recomienda la planta para tratar la inflamación de los ojos. John Gerard, un botánico inglés, la recomendaba para tratar el tinnitus, así como por sus propiedades diuréticas, astringentes, tónicas y estimulantes suaves.
En la planta glechoma hederacea destacan los siguientes compuestos: Vitamina C, flavonoides, aceite volátil, sesquiterpenos, un principio amargo (glechomina), ácidos cafeicos y taninos.
Tradicionalmente, se le atribuyen propiedades para tratar enfermedades renales y para la indigestión. También se ha utilizado como expectorante, astringente y para tratar la bronquitis.
En la medicina tradicional austriaca, la hierba se ha prescrito para su aplicación interna en forma de ensalada o té para el tratamiento de una variedad de afecciones diferentes, como los trastornos relacionados con el hígado y la bilis, el tracto gastrointestinal, el tracto respiratorio, los riñones y el tracto urinario, la fiebre y la gripe.
Según los informes, la hierba se usó durante siglos para prevenir y tratar un tipo de envenenamiento por plomo llamado «cólico de pintor» y otros metales pesados, lo que la convierte en una gran hierba para agregar a una fórmula de desintoxicación. Esta hierba también es un gran diurético, ayudando a eliminar los desechos y toxinas de los riñones y el hígado. Los herbolarios Matthew Wood y David Winston han utilizado la hiedra terrestre molida para el envenenamiento por mercurio.
Se utiliza como un tónico amargo, como un té nutritivo rico en vitamina C, y como un excelente remedio para una tos obstinada.
La hoja fresca se puede magullar y aplicar para facilitar los cortes y las picaduras de insectos.
Aspectos ecológicos de la Glechoma hederacea
Varias abejas silvestres recogen el polen de esta planta, como Anthophora furcata, Anthidum manicatum, Anthophora plumipes, Anthophora quadrimaculata, Osmia aurulenta, Osmia caerulentes y Osmia uncinata.
La planta también es agallada por varios insectos, entre los que se encuentran Rondaniola bursaria, Liposthenes glechomae o Liposthenes latreillei .
Por otra parte, la Glechoma es considerada una especie invasora no autóctona en algunos lugares de Norteamérica y un gran número de personas la conocen como una mala hierba. Pudiendo ser un problema en suelos ricos con alta humedad y bajo contenido de boro. Prospera especialmente bien en zonas de sombra donde no crece bien la hierba, como los bosques, aunque también puede ser un problema a pleno sol.
Dado que la planta es estolonífera y sigue propagándose a partir de sus raíces o de trozos de tallo que vuelven a enraizar, incluso las pequeñas infestaciones resisten las repetidas desbrozadoras manuales.
El glechoma también es excepcionalmente sensible al boro, y puede matarse aplicando bórax (tetraborato de sodio) en solución. Sin embargo, el bórax es tóxico para las hormigas y los animales en concentraciones ligeramente superiores, y no se descompone en el medio ambiente. Además de los efectos adversos a largo plazo sobre el suelo o las aguas subterráneas, investigaciones recientes descartan la propia eficacia del tratamiento con bórax, principalmente porque es difícil encontrar la concentración correcta para una zona determinada y el potencial de dañar las plantas deseadas es alto.
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